Ante los signos de acné y rosácea, no se debe dejar nada a la improvisación o al boca a boca. Rutina de belleza, ante todo. En el caso del acné, por ejemplo, es fundamental entender de inmediato su origen: "Se clasifica según la gravedad de las lesiones (en orden ascendente: comedónico, papulo-pustuloso y nodular-quístico)". Otros tipos: excoriado acné, acné de retención y acné tardío. Desde un punto de vista clínico no existen grandes diferencias entre el acné juvenil y el adulto, en ambos grupos de edad pueden presentarse manifestaciones de distinta gravedad. Lo que cambia es que el acné juvenil a menudo tiende a retroceder espontáneamente al final de la adolescencia, mientras que el acné que surge más tarde tiende a tener un curso más crónico. En ambos casos siempre merece la pena realizar un tratamiento dirigido, para evitar cicatrices».
RUTINA DE BELLEZA IDEAL PARA EL ACNÉ
El uso de maquillaje corrector y camuflaje puede ayudar a mejorar la autoestima de los pacientes mientras la terapia hace efecto. Lo importante es utilizar cosméticos especialmente formulados para pieles con tendencia acneica, ya que todos los demás pueden obstruir aún más los poros y empeorar la situación. Es ideal utilizar productos faciales específicos para pieles con tendencia acneica, consultar a un dermatólogo, desmaquillarse siempre nada más volver a casa y utilizar cosmética no comedogénica / oil-free. Aplicar un protector solar también puede ayudar a prevenir la formación de manchas. Lo importante es confiar en médicos y especialistas y no utilizar soluciones de "hágalo usted mismo", y sobre todo no apretar las pústulas. Tienes que ser paciente, pero el acné es absolutamente tratable».

LA ROSÁCEA
«La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, cuya característica distintiva es el eritema facial. Se clasifica en diferentes estadios (telangiectásico, papulo-pustuloso, fitomatoso y ocular) en función de la gravedad».
LA RUTINA DE BELLEZA IDEAL PARA LA ROSACEA
«El tratamiento médico se basa en el uso de productos tópicos o sistémicos destinados a reducir el estado inflamatorio y la colonización de la piel por microorganismos. Además, es muy importante el uso de cremas específicas, con FPS alto y lo menos irritantes posibles, así como una serie de precauciones de comportamiento, como por ejemplo evitar la exposición a fuentes de calor y el consumo de comidas picantes y bebidas alcohólicas. . . Finalmente, es posible obtener un camuflaje con cosméticos, utilizando correctores de tinte verde, para contrarrestar el enrojecimiento que caracteriza esta patología».